Curiosos usos prácticos de la orina
en la antigua Roma:
En las fullonicas, el lavado de la
ropa requería un largo proceso que se iniciaba con el arreglo de cualquier
desperfecto que presentase la prenda a lavar. Una vez en perfectas condiciones,
la ropa era sumergida en diferentes tinas o balsas llenas de orina
principalmente humana mezclada con agua, ceniza y distintos tipos de arcillas, sufriendo
un intenso pisoteo por parte de los esclavos, similar al que recibía la uva
durante el proceso de producción del vino. Gracias al amoniaco de la orina las
manchas desaparecían y gracias a la ceniza los tejidos eran blanqueados. El
último enjuague de la prenda se realizaba en una balsa exterior más grande,
denominada “lacuna fullonica”, que contenía agua de lluvia recogida en el “impluvio”.
La siguiente fase consistía en escurrir bien las prendas, colocarlas en grandes
armazones para su secado y perfumado (este último con sobrecoste por parte del
cliente). Dicho perfumado se conseguía utilizando esencias naturales y
florales. Previas a su entrega se planchaban en una prensa (pressorium).
La recolección de la orina
necesaria se obtenía de diversas formas: inicialmente los anónimos donantes realizaban
sus micciones en grandes recipientes colocados en la vía pública. Posteriormente,
tras la implantación del “vectigal urinae”, se construyeron letrinas públicas
donde los propietarios de las fullonicas pudieron recoger la orina previo pago
a las autoridades.
[...] en el país de Celtiberia,
lo que cada hombre mea, lo acostumbra utilizar para cepillar
sus dientes y sus rojas encías, cada mañana,
de modo que el hecho de que tus dientes están tan pulidos
solo muestra que estás más lleno de pis.
lo que cada hombre mea, lo acostumbra utilizar para cepillar
sus dientes y sus rojas encías, cada mañana,
de modo que el hecho de que tus dientes están tan pulidos
solo muestra que estás más lleno de pis.
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juancarl 20/18 -

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